· Sé que no estoy loca, ni soy rara, ni una friki, lo que pasa es que tardé en encontrar a la gente con la que estoy conectada, que es muchísima más de la imagina nadie, pero no suelen hacer ruido. Ahora ya hace tiempo que sé que, lo que parecía mi debilidad, es mi fortaleza y que, además, eso es lo que hace que un negocio tenga más probabilidades de éxito.
· ¡El amor, la ilusión y los sueños mueven montañas!! Aquello que hace que te brillen los ojos consigue que saques energía cuando creías que no podías más, y que hagas cosas de las que te creías incapaz y ¡encima las disfrutes!
Pero la cabeza debe estar en el cielo y los pies en la tierra para que, unidos, te llevan hasta ¡tu más alto posible!!
· No es lo mismo introvertido que tímido o miedoso, vulnerable que débil, sensible que sensiblón, complejo que complicado, simple que fácil, ni fácil que rápido.
· No es lo mismo tener muchos likes en las redes sociales que ventas. Un negocio funciona si hay un intercambio de un producto o servicio por dinero, y no necesitas vender a todo el mundo, sino a las personas que estarán súper felices de comprarte: feliz de dar – feliz de recibir.
· Sé que pensar en el dinero no me hace mala persona y que, aunque conseguir solo dinero no es mi objetivo, sí es el medio que me permite seguir haciendo lo que me apasiona y tener calidad de vida siendo a la vez responsable y solidaria e intentar mejorar el mundo en la medida que puedo.
· Trabajar muchas horas, aunque sea con pasión, no significa trabajar mejor ni conseguir resultados, y mucho menos vender para tener la vida que deseas. Pero si no trabajas bien, ni el tener mucho talento, ni una idea fantástica, harán que tu negocio perdure.
· Talentos naturales + pasión + conciencia + acción + compartir + constancia + una vida y un negocio coherentes con quien eres = una vida feliz = éxito
· No hay fórmulas mágicas ni universales de negocio, como tampoco las hay de vida, las respuestas están en nosotros mismos y es nuestra responsabilidad encontrarlas.